Cómo evitar perder energía y potencia en la bici

Quedarte seco en mitad de una ruta ciclista es más común de lo que crees y detrás no hay magia, sino un simple desajuste biológico. Si pierdes tan solo un 2% de tu masa corporal en agua, puedes decir adiós a ese 10% de potencia que tanto cuesta entrenar. Esto puede bajar tus vatios de 300 a 270, un bajón que tira tus planes por la borda. Así de sencillo y clave: hidratarte es la diferencia entre terminar la jornada sonriendo o arrastrándote hasta casa.

¿Por qué pierdes potencia y te sientes sin energía?

En la bici, quienes peor lo pasan suelen ser los que dejan que la deshidratación se les eche encima casi sin darse cuenta. Cuando el cuerpo pierde más del 2% de líquidos, tu sangre se espesa bastante y el corazón casi trabaja a contrarreloj para poder mandar oxígeno a los músculos. No solo suben las pulsaciones, también notas que el calor se te sube como si te hubieran tapado con una manta, y claro, la potencia cae en picado.

Por ejemplo, si llevas tiempo entrenando y normalmente aguantas 300 vatios, en un día caluroso la deshidratación puede quitarte unos 20 vatios sin que te des cuenta. No es ninguna tontería, créeme; eso representa, en la práctica, quedarte fuera del grupo o, peor aún, rezar para no quedarte solo y sufrir calambres. Pasa sobre todo cuando el sudor inunda tu ropa y pierdes hasta 2 litros de agua en una sola hora. Si quieres profundizar en el secreto para no quedarte sin energía en la bici, hay recursos muy útiles que explican cómo evitar estos bajones.

Como evitar perder energia y potencia en la bicicleta

La fórmula exacta: cuánto líquido y sales necesitas por hora

Hay muchos consejos por ahí, pero si quieres evitar esa sensación de vacío, el plan profesional empieza antes de tener sed e incluye ciertas ayudas de laboratorio. No basta con beber cuando te acuerdas. Realmente, la estrategia consiste en cuidar tanto los líquidos como las sales desde el minuto uno.

  1. Volumen de líquido: Una cifra orientativa es entre 500 y 1000 mililitros por hora, aunque todo depende de si hace calor, lo intenso que vayas, o si sudas como una fuente.
  2. Sodio: No te olvides del sodio: ponle entre 400 y 800 miligramos por litro al agua. Es el cable que conecta tu sudor con el buen funcionamiento muscular y te permite seguir rindiendo.
  3. Frecuencia: Hazlo de forma casi automática: sorbos breves cada 10 o 15 minutos. Si tienes memoria de pez, activa una alarma en el GPS del manillar o en tu propio reloj, te hará la vida más fácil.

Puedes comprobar cómo esta rutina no solo hidrata, sino que hace que los carbohidratos se absorban mejor, y, honestamente, esa es la gasolina pura cuando te duele todo subiendo el puerto. Si te interesa conocer más trucos y consejos prácticos, puedes ver el secreto para no quedarte sin energía en la bici en este vídeo especializado.

Dos trucos infalibles para saber si estás bien hidratado

Comprobar cómo vas de agua no tiene por qué ser complicado. Nada de operaciones imposibles: aquí llegan dos métodos tan fáciles como eficaces.

El truco del color de la orina

La Escala de Armstrong es como un semáforo para ciclistas. Mirar el color de la orina antes de salir equivale a tener el parte meteorológico de tu cuerpo a mano y evitar sorpresas en mitad de la ruta.

color de la orina
Color de la orinaNivel de hidrataciónAcción recomendada
Transparente / Amarillo muy pálidoHidratación óptimaEnhorabuena, ya puedes pedalear fuerte.
Amarillo claroBuena hidrataciónPerfecto, sigue igual y mantén el ritmo.
Amarillo oscuroAlerta de deshidrataciónEstás a tiempo de beber antes de salir.
Marrón / Ámbar oscuroDeshidratación severaMejor cancela y rehidrátate cuanto antes.

El truco de la báscula

Este truco sí que tiene poco misterio y es el rey de la precisión para los que les gusta medirlo todo al detalle:

  • Pésate justo antes del entrenamiento, con la menor ropa posible, para tener un dato nítido.
  • Pésate al terminar, secándote el sudor antes.
  • ¿Ves la diferencia en la báscula? Por cada kilo que pierdas, toca reponer un litro. Es la regla de oro.

Se suele recomendar beber 1,5 litros por kilo perdido en las horas siguientes al esfuerzo; así aseguras que todo vuelve a donde debe.

truco de la bascula

Estrategias para combatir el calor y evitar calambres

El verano no solo es la estación de los días largos, también es el momento en el que la deshidratación juega sucio y puede dejarte KO. Pero, por suerte, hay soluciones sencillas para dar esquinazo al calor y rendir más tranquilo.

  • Pre-enfriamiento con hielo: Beber hielo picado o granizado un rato antes de salir, especialmente si hace un calor asfixiante, permite retrasar ese sofoco y ayuda a que el cuerpo aguante más tiempo antes de empezar a fallar.
  • Enfriamiento en marcha: Un simple pañuelo húmedo en el cuello o una toalla fría puede ser tan salvador como un oasis en mitad del desierto. Reduce la temperatura corporal y hasta hace que el esfuerzo parezca menos duro.

Sumando estos trucos a una hidratación inteligente y a una buena dosis de electrolitos, puedes decirle adiós a los calambres y al agotamiento repentino, incluso cuando los termómetros parecen derretirse.

Estrategias para combatir el calor y evitar calambres

En definitiva, saber jugar con la hidratación no es solo cuestión de llevar agua de sobra. Es el factor que puede convertir a cualquier ciclista en alguien realmente competitivo. Mientras unos aprietan los dientes durante los últimos kilómetros, tú podrás acelerar y rematar como si acabaras de empezar. Notarás la diferencia no solo al competir, sino en cada salida.

Cambiar la manera de hidratarte te pone en control; ya no eres una marioneta de la fatiga. Y aunque muchos aficionados lo subestimen, la hidratación es la jugada maestra de quienes saben ir siempre un paso por delante. Ahora es tu turno: ya tienes las claves para que tus rutas no se queden nunca a medias por falta de fuerza.

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