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La UCI endurece las reglas: los equipos WorldTour solo podrán saltarse una prueba al año desde 2026
La Unión Ciclista Internacional (UCI) ha anunciado un cambio drástico en su normativa que entrará en vigor a partir de la temporada 2026. Esta nueva disposición obliga a los equipos de la categoría WorldTour a participar en prácticamente todas las competiciones de primer nivel, dejando un margen de ausencia de tan solo una prueba por temporada.
¿Qué implica este endurecimiento?
El ajuste en las reglas busca garantizar la presencia de los principales equipos en las carreras más destacadas del calendario. Concretamente, estarán obligados a tomar la salida en:
- Las tres grandes vueltas: Giro de Italia, Tour de Francia y Vuelta a España.
- Los cinco Monumentos: Milán-San Remo, Tour de Flandes, París-Roubaix, Lieja-Bastoña-Lieja y Giro de Lombardía.
La nueva normativa también establece que si un equipo decide ausentarse de una carrera en particular un año, no podrá volver a saltarse esa misma prueba al año siguiente. Atrás quedan los tiempos en los que las formaciones podían omitir de manera flexible ciertas competiciones (especialmente las añadidas al WorldTour desde 2017, como Eschborn-Fráncfort, UAE Tour o A Través de Flandes). A partir de 2026, tendrán que planificar muy bien en qué carrera deciden no competir.
Un desafío también para el ciclismo femenino
La medida no se limita al pelotón masculino. El ciclismo femenino, cuyas plantillas suelen ser más pequeñas, también se verá afectado. Las corredoras deberán participar de forma obligatoria en las grandes vueltas femeninas y, al igual que sus compañeros, solo podrán renunciar a una prueba por temporada.
Esta norma podría generar tensiones logísticas y de preparación física, sobre todo en carreras que se disputan en puntos geográficos distantes o en momentos complicados del calendario (por ejemplo, el Tour Down Under en Australia al comienzo del año o el Tour de Guangxi en China hacia finales de la temporada).
Sin cambios en las grandes vueltas
A pesar del endurecimiento de la normativa, la UCI no ha aprobado aumentar el número de equipos en las tres grandes rondas. La Asociación Internacional de Grupos Ciclistas Profesionales (AIGCP) había propuesto incrementar la participación de 22 a 23 conjuntos, pero dicha solicitud fue rechazada. Así, el Giro, el Tour y la Vuelta mantendrán su formato habitual con 22 equipos en la línea de salida.
Consecuencias en la planificación
¿En qué se traduce todo esto para los equipos? Principalmente, en la necesidad de una gestión impecable de recursos:
- Mayor control del calendario: Los directores deportivos deberán afinar la estrategia para decidir qué carrera sacrificar.
- Rotaciones de corredores: Para evitar sobrecargas, será indispensable contar con plantillas versátiles y equilibradas que permitan afrontar pruebas en distintos continentes o climas extremos.
- Exigencia física y mental: Con un calendario cada vez más largo y exigente, los ciclistas tendrán que cuidar especialmente su preparación y recuperación.
Visión general y opiniones encontradas
El objetivo de la UCI con esta medida es mejorar el espectáculo en todas las competiciones de élite y asegurar que los aficionados puedan ver a sus ídolos en acción en la mayoría de pruebas. Sin embargo, no todo el mundo aplaude la iniciativa. Algunos equipos temen que la sobreexigencia pase factura a los corredores, y alertan de posibles lesiones y agotamiento prematuro.
Por su parte, muchos seguidores celebran la idea de contar con un cartel de lujo en la mayor parte de carreras, ya que así se eleva el nivel competitivo y la emoción en cada evento. No obstante, la duda queda en el aire: ¿será sostenible este ritmo para todos los equipos, grandes y pequeños, a lo largo del año?
La decisión de la UCI marca un antes y un después en la forma de concebir el calendario WorldTour. Al obligar a los equipos a participar en casi todas las pruebas de máximo nivel, se busca asegurar un espectáculo constante y reforzar la relevancia de cada competición. Aun así, la planificación, la gestión del esfuerzo y la logística se convertirán en auténticos retos para las escuadras tanto masculinas como femeninas. Solo el tiempo dirá si esta estrategia aporta el equilibrio deseado entre espectáculo y salud deportiva.